Uno de los emblemas arquitectónicos de Bilbao. La Torre Iberdrola domina el skyline de la capital vizcaína y concentra numerosos locales y oficinas de diferentes grupos empresariales.
Su comedor, con variada oferta y pensado para dar de comer a cientos de personas diariamente, necesitaba de instalaciones capaces de sacar adelante todo ese flujo de trabajo y también de una zona de almacenaje y cámaras refrigeradas capaces de soportar y mantener todo ese trabajo.